Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2018

Un pequeño secreto.

Hagamos un ejercicio, ¿cuál es la típica oración de un niño?  ¿Qué es lo primero que aprendemos en nuestra infancia a decir en oraciones?  Probablemente alguna cosa muy repetitiva y corta. ¿Verdad? Es cierto que de niños no sabíamos orar; o ¿estoy errado? Creo qué deberíamos continuar.... Aquí les tengo otra pregunta: ¿Habrá algo más sincero que la oración de un niño? Tenía exactamente 4 años y se estaba jugando el mundial de fútbol  en Italia (1994) y aún recuerdo cuando todos sentados a la mesa me entregaron la responsabilidad de realizar una oración (Corta y sencilla) por los alimentos; habíamos vuelto de la iglesia y era un poco tarde así que todos teníamos hambre. Sería irresponsable de mi parte haber hecho una oración larga, pero vamos, tenía 4 años y de solo pensar que debía cerrar mis ojos y dirigir mis palabras al Rey de Reyes y Señor de Señores, un gran nudo se posaba en mi pequeña garganta; ciertamente después de unos pocos segundo

Todo Empieza con un llamado

Jamás me imaginé que alguien me estaba llamando (O siquiera que había sido llamado para algo), estuve en la iglesia desde siempre, desde que me acuerdo había que presentarse cada domingo bien arreglado, bien portado y con una sonrisa al culto. Requisito indispensable era siempre saludar y sonreír a todos los que me dieran su bendición. Siendo un niño, los mejores recuerdos los tengo de mí mismo sentado en algún banco de mi iglesia o en la silla de la escuela dominical. En ese punto lo único que existía era mi inocencia infantil y un concepto de Dios que empezaba a crecer. Poco a poco fui entendiendo que Dios nos escuchaba y que le interesaba lo que sentíamos, que Dios esperaba por nosotros, esperaba que le buscáramos. Cada vez que escuchaba: “Yo sé que Él vive, pues lo veo en la risa de un niño cuando voy pasando”, anhelaba ser ese niño que en su sonrisa reflejara la sonrisa de un Dios vivo. Crecer en una iglesia donde todo el mundo cantaba (No te hablo de cantantes cor

Antes de Chocar.

El día que te conocí es imposible de describir, cálido y frío, nublado pero soleado, quieto y a la vez estresante, confortable e inquietante. Así eres Tu, así de intrigante, así de fuerte, así de extraño, sin embargo así de perfecto, tanta osadía resulta de intentar hacer que mis teclas lo expliquen, pero así fue conocerte. Han pasado muchas lunas y muchos ocasos han terminado irremediablemente en la oscuridad de la noche, muchas gotas de lluvia han caído desde entonces y quizás no haya caído ninguna; aunque apenas fue hace un instante o una eternidad tal vez, pero sencillamente es una porción de tiempo que solo puede ser medida por tu mano, tu mano que me recibió cuando descendía por la oscuridad de mi propio orgullo, en la vanidad de mis propias decisiones, en el lodazal de mi pecado y mi propia opinión. Así llegué a ti, sucio, terco e inicuo; descendiendo desde lo más insondable de mi transgresión a lo mas profundo de la oscuridad que me rodeaba, que era tan mía como los h